Tras huir de su prisión en Toledo, llega Juan de la Cruz a Almodóvar del Campo, donde los carmelitas descalzos celebraban Capítulo. Por esos días escribe santa Teresa al padre Gracián: «Procure vuestra paternidad que le regalen en Almodóvar y no se pase de allí por hacerme a mí merced. Y no se descuide de avisarlo, mire no se olvide. Yo le digo que quedan pocos a vuestra paternidad como él, si se muere».

Este Capítulo lo nombró superior del convento del Calvario, lugar solitario en la sierra, no lejos de Beas de Segura. En este convento había unos 30 eremitas a los cuales viene a dar un justo equilibrio en vida tan penitencial. De este convento no se conserva nada, sino esta placa conmemorativa con la sentencia profunda del santo. Lo que vemos sería la zona donde se piensa que estuvo el convento y donde por 7 meses aproximadamente vivió el santo.

Desde aquí atiende a las carmelitas de Beas de Segura. En el camino desde el Calvario, ya llegando al pueblo, se puede visitar la llamada «cruz de los trabajos», donde descansaba. En este mismo camino es donde se le aparece San José a dos frailes y San Juan dice que la aparición no fue por ellos sino para él porque le faltaba devoción al Santo Patriarca.

En el monasterio de las descalzas se puede ver un pequeño museo con varias reliquias de san Juan de la Cruz. A estas religiosas fueron dirigidos gran parte de los billetes con los famosos Avisos y sentencias del santo. El diseño del Monte de perfección que conocemos también es dedicado a una de las religiosas de aquí.

Aquí, en el locutorio, una de las hermanas le canta estos versos: «Quien no sabe de penas / en este valle de dolores, / no sabe de cosas buenas, / ni ha gustado de amores, / pues penas es el traje de amadores». Juan de la Cruz pide por favor que pare… le caen lágrimas y se queda en silencio… Así está una hora. Cuando recobra sus fuerzas, habla de lo mucho que el Señor le ha dado a entender del valor del sufrimiento y pondera lo poco que se le ofrece sufrir por Dios.

Siendo más adelante Vicario provincial de Andalucía, ayudará al traslado del convento del Calvario a Fontsanta, a las inmediaciones de este santuario mariano que todavía hoy puede visitarse.